EL PERÍODO PRESIDENCIAL DE LA MOTOSIERRA

Miren,colombianos, tomen conciencia y piensen lo que derivó de la obsesión para-noica de venganza personalista que se instituyó como política de gobierno del Uribato sangriento del período presidencial de la motosierra durante esta larga noche horrible de ocho años. Veánlo el video para que piensen el voto del continuismo sangriento de la creación de un estado policiaco fascista del embeleco del estado comunitario en la cacareada "seguridad democrática" Gasten una hora larga para que vean que esto NO es invento de auxiliadores "del terrorismo" y sucede en C_O_L_O_M_B_I_A ->www.vimeo.com/11259656   Porque ya  arrancó la guerra sucia...

DESPUÉS DEL 30 DE MAYO: GRANDEZA Y GENEROSIDAD DEMOCRÁTICAS

DESPUÉS DEL 30 DE MAYO: GRANDEZA Y GENEROSIDAD DEMOCRÁTICAS

 Fernando Dorado Gómez


DESPUÉS DEL 30 DE MAYO: GRANDEZA Y GENEROSIDAD DEMOCRÁTICAS

Popayán, 27 de mayo de 2010

La principal tarea de los demócratas colombianos es derrotar la alianza criminal uribista que se formó en Colombia desde los años 90; la cual, durante los últimos 8 años se apoderó del aparato de gobierno y se enquistó en una parte del Estado.

Esa estructura delictiva se puso al servicio del gran capital internacional. Con su ayuda, poderosos grupos corporativos transnacionales se apropiaron de territorios estratégicos, de significativas riquezas naturales y de fundamentales sectores económicos del país. Coincidió con la "nueva colonización económica y cultural" lanzada desde Europa.[1]

Además, han convertido a Colombia en un "Estado fallido"[2]. Su intención es usar al país a modo de instrumento de contención de las revoluciones nacionalistas que hoy se desarrollan en América Latina.

Durante dos décadas el conflicto armado interno y la economía del narcotráfico han sido utilizados para debilitar la precaria institucionalidad neo-granadina; engañar y someter a nuestro pueblo con la fórmula del miedo; y suprimir cualquier vestigio de dignidad nacional. Y vaya que lo han conseguido.

Hay que tener presente los intrincados lazos y relaciones entre esa mafia criminal, la oligarquía colombiana, el gobierno de los EE.UU., las transnacionales extranjeras y gran parte de la clase política nacional y regional de nuestro país.

Desmontar ese poder es una labor monumental y riesgosa. Se requiere ir paso a paso. Hay que construir un gran movimiento democrático para adelantar un proceso que pueda ser coronado con éxito. No es fácil, hay demasiados intereses en juego.

El próximo 30 de mayo/2010 está en juego la permanencia en el gobierno de la cabeza de esa "empresa criminal"[3]. Derrotar al uribismo mafioso en esta coyuntura es fundamental. Sin embargo, parece que todavía no somos lo suficientemente conscientes de la importancia de esa tarea.

Las fuerzas y los pasos

¿Cómo realizar con éxito dicha tarea? ¿Tenemos hoy, la capacidad y la fuerza para movilizar a nuestro pueblo y derrotar plenamente los poderes establecidos? No, no la tenemos. Muy pocas fuerzas han resistido la arremetida antidemocrática que ha utilizado todo tipo de armas, legales e ilegales. Es algo palpable.

El movimiento social ha sido absolutamente postrado. Hay que reconocerlo: las organizaciones populares están supremamente dispersas, golpeadas y debilitadas. Las fuerzas políticas de oposición han sido perseguidas y vilipendiadas. La izquierda democrática ha resentido los ataques y no pasa por su mejor momento.

Todos quisiéramos acabar de una vez con todos los males. Pero ello no es posible. La razón y la lógica nos dice que hay que ir poco a poco. Una oleada revolucionaria en Colombia no está a la vista. Ante ese panorama se hace obligatorio diseñar una estrategia realista. La confrontación total es suicida e impensable.

En esa dinámica hace dos años y medio Gustavo Petro trazó una táctica: "unir a las fuerzas sanas de la Nación". Ahora, la "ola verde" se plantea construir la "legalidad democrática". Son acciones concordantes. Ello haría viable un nuevo ambiente. Nos facilitaría "tomar aire", reconstruir fuerzas y movimientos sociales, consolidar un clima de institucionalidad apuntalado en reglas democráticas básicas, y poder resolver en el inmediato futuro - de forma pacífica y civilista - los problemas económicos, sociales, territoriales y étnico-culturales que nos garanticen la existencia como país soberano.

Esa etapa inicial podría contener los siguientes momentos inmediatos:

Primero, sacar del gobierno a los agentes políticos de la alianza mafiosa eligiendo el próximo 30 de mayo o el 20 de junio, si hay segunda vuelta, a personas y grupos políticos comprobadamente éticos y honestos. Debe ser la única condición para poder sumar las mayorías necesarias.

Segundo, rodear al aparato de justicia, garantizar el nombramiento de un fiscal capaz e independiente, proteger a la Corte Suprema de Justicia, estimular y organizar a la población para denunciar los crímenes y la corrupción, lograr la condena penal y el rechazo social de la cúpula criminal. "Identificar a su principal orquestador" ha dicho el magistrado Jaime Arrubla.[4]  

Tercero, diseñar una avanzada contra la ilegalidad y criminalidad en todos los terrenos, que a mediano plazo, tendrá que abordar la liquidación de la industria ilegal del narcotráfico, vía legalización. Deberá ser un esfuerzo del nuevo gobierno y de las fuerzas vivas de la Nación, que habrán de recurrir a los gobiernos de los países latinoamericanos y a la comunidad internacional. No hay otro camino.

Cuarto, en forma simultánea deberá trazarse una estrategia integral para desactivar los diversos factores de violencia, guerrilla, grupos paramilitares y bandas criminales.

Es evidente que derrotar electoralmente a esa alianza mafiosa va a ser difícil. Pero será casi imposible lograrlo si no entendemos el momento. Hay que tener en cuenta que todavía un buen número de colombianos cree en la "buena voluntad" y en la inocencia del presidente Uribe. Es decir, una fuerza "no uribista" que acceda al gobierno, va a llegar con mínimos márgenes de gobernabilidad. Pero puede ser un punto de apoyo para avanzar.

La "equidad social" y la "soberanía nacional" son aspiraciones de todos los demócratas. Pero, lo que hay que entender es que, mientras no tengamos mínimas condiciones de institucionalidad legal, será imposible re-construir las fuerzas sociales capaces de luchar contra las inequidades y desigualdades socio-económicas que sufre nuestro pueblo.

La resistencia criminal

Ante la eventualidad de perder las elecciones, la elite gobiernista uribista reacciona como le corresponde: amenaza, chantajea y muestra los dientes. Su comportamiento es de fiera acorralada. Ante las nuevas pruebas de sus delitos y de sus vínculos con el paramilitarismo, salen a denunciar imaginarios complots internacionales.

En esa misma dinámica la cúpula militar envía mensajes subliminales reclamando el fuero y la justicia penal militar. Los pronunciamientos de los generales retirados, aduciendo una "baja moral en las filas", son muy dicientes. Los grupos paramilitares han reactivado su acción de muerte sistemática. Los recientes asesinatos de líderes sociales, defensores de derechos humanos y líderes del Polo, así lo ratifican.[5] 

El presidente Uribe defiende a muerte su "gallinita de los huevos de oro"(gobierno). Es lo único que le puede garantizar impunidad y libertad. Ya ha ubicado a sus principales agentes en embajadas claves a manera de avanzada estratégica. En las siguientes semanas su desesperación va a ir in crescendo.

También el embajador estadounidense actúa con cinismo, desfachatez e insolencia. Rechaza la supuesta interferencia de gobiernos extranjeros en las elecciones colombianas al estilo de un virrey colonial que reclama soberanía sobre un territorio ocupado. Es increíble.

Todas estas manifestaciones de la reacción gobiernista deberían servir para unir a los demócratas. Ante las dificultades reales para concertar "acuerdos programáticos" entre los "verdes", "rojos" y "amarillos", el movimiento social y las organizaciones no-gubernamentales podrían ayudar para facilitar acercamientos y acuerdos mínimos.

Después del 30 de mayo la estatura política, la generosidad política y la visión de Nación de los demócratas colombianos, se pondrán una vez más a prueba. 

Ver: http://aranandoelcieloyarandolatierra.blogspot.com/2010/05/despues-del-30-de-mayo-grandeza-y.html


[1]Ver: Bonugli, Eduardo. Europa: Dictadura financiera, terrorismo económico.  Selvas blog. (26.05.10). http://selvasorg.blogspot.com/2010/05/europa-dictadura-financiera-terrorismo.html

[2]Según la Revista Foreign Policy, es un país en el que el Gobierno no tiene el control real de su territorio, no está considerado como legítimo por una parte importante de la población, no ofrece seguridad interna o servicios públicos esenciales a sus ciudadanos y no tiene el monopolio del uso de la fuerza. Ver: http://www.fp-es.org/estados-fallidos

[3]Así la definió recientemente la Fiscalía General para el caso de las interceptaciones telefónicas o "chuzadas".  

[4]Declaraciones a Caracol Radio del magistrado Presidente (E) de la Corte Supremade Justicia Jaime Arrubla (27.05.10).

[5]Además de varios militantes del Polo asesinaron a Rogelio Martínez en San Onofre (Sucre) y a Alex Quintero en Santander de Quilichao (Cauca), ambos dirigentes campesinos y representantes de organizaciones de víctimas de los grupos paramilitares. 



NO ES POR AGUAR LA FIESTA...PERO...


Mockus más allá de los mitos: más guerra y privatizaciones





Radio Café Stereo


Es tal la magnitud de la crisis que vive Colombia que muchos se han sumado a la campaña verde cerrando los ojos porque creen que se debe hacer valer el voto útil, elegir al menos malo o al que consideran que, por lo menos, es ético. 
La honestidad es una norma de conducta fundamental. En este punto hay acuerdo general. Pero ella no basta. Todos los candidatos deben demostrar su probidad. Es el punto de partida de cualquier campaña electoral decente.

La corrupción ha crecido tanto en el Gobierno de Álvaro Uribe que la rectitud parece ser ahora la única tabla de medición de los aspirantes a la Presidencia. Sin embargo, además de ella deberían tenerse en cuenta otras aptitudes determinantes.

Entre otras cosas, porque en nombre de la transparencia también se puede actuar en contravía de los intereses colectivos. Por ejemplo, entregar bienes públicos en detrimento del erario bajo la controvertida figura de la "capitalizació n", como hizo Antanas Mockus con una parte de la Empresa de Energía de Bogotá, no es consecuente.

Y precipitarse detrás de una opción sin importar lo que su líder plantea de fondo, más allá de la forma, es una decisión que puede resultar costosa. No se trata de que el candidato o su partido se identifiquen en todos los puntos con el pensamiento de cada elector. Pero sí en los asuntos medulares, irrenunciables.

Los seguidores de Mockus proceden de dos ámbitos: 1.-) uribistas que saben que el ex alcalde de Bogotá no representa ningún riesgo para la continuidad de la "seguridad democrática", y, 2.) no uribistas, que lo ven como la única opción viable frente al poderío del Gobierno.

Los primeros perciben a Mockus como una alternativa ante el cansancio que les causa un mandato corrupto al que, sin embargo, han acompañado durante ocho años perdonándole todo: la parapolítica, la yidispolítica, los "falsos positivos", las chuzadas del DAS, el Agro Ingreso Seguro, los privilegios para los hijos del Presidente y tantos escándalos más.

A este primer grupo Mockus le brinda confianza, pues es conocido que el candidato verde dará continuidad a la estrategia de confrontación prolongada que desarrolla Uribe y, además, es sabido que Mockus, por su carácter neoliberal, seguirá la senda de las privatizaciones y el fortalecimiento de la "confianza inversionista" .

Lo anterior explica la enorme simpatía que en periodistas del establecimiento, uribistas de primera línea, ha despertado Mockus y el inusitado impulso que varios de los grandes medios de comunicación están dándole a su campaña, apoyo que incide de forma determinante en su crecimiento en las encuestas.

Los del segundo grupo, los no uribistas, sienten a Mockus como "la única forma de frenar a Santos y sus falsos positivos", y desestiman a quienes proponen debates más allá de las formas, como si no quisieran que les aguijonearan la burbuja en la que parecen estar.

Figuran en este sector algunos que en la consulta interna del Polo rechazaron la candidatura de Carlos Gaviria y ahora no dudan en abandonar el barco al ver al escogido, Gustavo Petro, sin opciones.

Los interrogantes
Así, es importante auscultar los planeamientos de Mockus en relación con algunos de los asuntos medulares de la realidad colombiana, pues está rodeado de muchos mitos que pintan al candidato como un paradigma de cambio social que parece no ser real.

Algunos de los interrogantes que sobre él surgen son:
*  ¿Gastará, como Uribe en 2009, $19,2 billones anuales del Presupuesto Nacional en la "seguridad democrática" que ha prometido continuar?
*  ¿Privatizará el 15% de Ecopetrol, la principal empresa del Estado, como propuso Sergio Fajardo?
*  ¿Vender las entidades públicas más productivas es una herramienta válida para financiar la educación y otros ámbitos sociales?
*  ¿Continúa siendo partidario del cobro escalonado de matrículas, como cuando fue rector de la Universidad Nacional?
*  ¿Sigue creyendo que los decretos de Uribe sobre salud "son legítimos" y que la crisis del sector se resuelve con más impuestos?
*  ¿Los gravámenes a todos los estratos son la vía para afrontar los problemas del país?
*  ¿Dónde están las grandes estrategias de defensa del medio ambiente que se supone son el fuerte de un partido Verde?
*  ¿Su respaldo a la reforma laboral de 2003, que atenta contra derechos de los trabajadores, sigue en pie?
*  ¿Por qué se fue a la sombra de Opción Centro, el grupo amigo del procesado senador Gil, y no optó por construir partido propio?
* ¿Cree en realidad que "las balas también son un recurso pedagógicas" como dijo hace poco?
*  ¿Por qué se atemoriza ante los regaños de Uribe y ruega que lo siga considerando "un firme timonel de la seguridad"?
*  ¿A eso se debe su rotundo no al acuerdo humanitario?
1.- Mockus y la guerra: "un timonel firme"
En relación con el conflicto existente en Colombia desde hace 62 años Mockus no se diferencia en lo fundamental de la estrategia de Uribe. Como casi todos los candidatos presidenciales, con sus matices, respalda la estrategia de la "seguridad democrática" y brinda confianza al establecimiento.

Leamos la valoración que de su posición sobre este asunto hizo el presidente Uribe el 20 de junio de 2003, cuando lo condecoraba con la Estrella de la Policía: "…he encontrado en el alcalde Mockus un timonel firme, sin vacilaciones y sin titubeos".  [1] 

Uribe caracterizó muy bien a Mockus en cuanto a su pensamiento, así por estos días, cuando desarrolla una campaña sectaria y con abierta participación en política en favor de su preferido, Juan Manuel Santos, el Presidente trate de introducir algunas dudas, más de forma que de fondo sobre el aspirante del Partido Verde.

"El alcalde Mockus ha apoyado a la Fuerza Pública en Bogotá con toda determinación, sin reservas y ha sido una formidable combinación de pedagogía de la convivencia y de ejercicio firme de la autoridad", dijo Uribe hace apenas diez meses en el mismo acto.

A las críticas que recientemente Uribe le ha formulado, Mockus ha respondido mostrándose extrañado, afirmando de manera sumisa: "Usted es mi presidente, usted es mi presidente" y cambiando el nombre a la "seguridad democrática" de Uribe por el de "legalidad democrática". ¿Otra cuestión de forma, nada más?

En entrevista con el noticiero CM&, al responder a críticas de Andrés Felipe Arias, Mockus saltó un argumento absurdo, pero sintomático sobre el conflicto colombiano: "¡Las balas también son una herramienta pedagógica!". [2]

Y en el documento por medio del cual pactó su alianza con Sergio Fajardo, al identificar la violencia como uno de los problemas del país, no incluye ni una palabra de condena a los crímenes de Estado cometidos durante el actual Gobierno.  [3]

Todo indica que a los uribistas que acompañan ahora masivamente a Mockus lo expuesto en este punto les es indiferente, y es muy probable también que los no uribistas se hagan los de la vista gorda y no les importe su rechazo al acuerdo humanitario. Es cuestión de táctica, dirán, y agregarán que "los esencialismos son anacrónicos".

En términos claros y concretos, sin titubeos ni recursos anecdóticos, la pregunta que muchos esperan que Mockus resuelva es qué hará para sacar el país de la guerra, si repetirá el gasto que Uribe hizo de $19,2 billones del Presupuesto Nacional en 2009 para la confrontación. ¿Seguirá esta senda si es elegido?
2.- Mockus y la política: buscando partido
La actitud del aspirante ante la política ha sido idealizada y se le presenta como el adversario de la politiquería tradicional. Para empezar, hay que recordar que en 1998 fue candidato a la Vicepresidencia de Noemí Sanín, la hoy aspirante del Partido Conservador.

Mockus aún añora esa alianza. "Tengo mi ladito muy conservador", dijo en la entrevista con CM& que hemos citado antes, tras reconocer "lo bueno del Partido Conservador".

En 2006, este matemático de origen lituano fue candidato presidencial de la Alianza Social Indígena, ASI, y, sin embargo, no escogió su fórmula vicepresidencial entre las etnias originarias colombianas, como era de esperarse.

La seleccionada en aquella ocasión fue María Isabel Patiño, dirigente de Asocolflores, un gremio de grandes exportadores a quienes les cuestionan el trato que dan a los trabajadores vinculados a esa agroindustria.

Su votación en 2006 fue exigua: 146.583 votos, es decir, el 1,23% del total, mientras Carlos Gaviria, el candidato presidencial de la izquierda, logró 2.613.157 votos, el 22% del total, un porcentaje similar al que Mockus alcanza hoy en las encuestas y por el cual es presentado como un fenómeno político.

De acuerdo con la última encuesta, la de la firma Ipsos-Napoleó n Franco para RCN y Semana, Mockus tiene el 20% del favoritismo, frente al 30 de Juan Manuel Santos, el candidato directo del establecimiento, y el 12% de Noemí Sanín.

Hace cuatro años Carlos Gaviria, con un perfil decididamente de izquierda, despertaba también un gran entusiasmo, el cual se reflejaría en su altísima votación, por encima de la de Horacio Serpa, el aspirante liberal.

Además, es bueno recordar el contexto de la participación de Gaviria: se trataba de confrontar directamente a Uribe, que buscaba su reelección con todo el poder de su maquinaria.

No es tan cierto entonces que la favorabilidad de un candidato visto como alternativo no tenga precedentes, como afirman los medios masivos de comunicación. Y para ir un poco más atrás en la historia contemporánea, Galán, Jaramillo Ossa, Pardo Leal también despertaron expectativas inusitadas en sus momentos.

Mockus ha hecho su recorrido por no pocos escenarios políticos, pues participó en el movimiento Sí Colombia de Noemí Sanín, fundó Visionarios con Antanas, se arrimó a la ASI y recaló en el Partido Opción Centro

Con Enrique Peñalosa (apoyado por Uribe en las elecciones para la Alcaldía de Bogotá de 2007), y Luis Eduardo Garzón derivó en una agrupación que ya poseía representació n en la Cámara y que lo exoneraba de la ardua tarea de recolectar firmas para inscribirse.

Pero Opción Centro tiene sus antecedentes: se trata de un partido en el que algunos de sus líderes tuvieron nexos con Convergencia Ciudadana, colectividad extinguida hoy por efectos de la parapolítica.

Veamos cómo presentó el portal La Silla Vacía, en septiembre de 2009, los contactos de los 'Tres Tenores' con los orientadores del partido centrista.

"Peñalosa, Mockus y Garzón no estaban dispuestos a 'adherirse' a este partido, y su objetivo era entrar en condiciones de igualdad (a mandar). También querían aclarar exactamente el alcance de la relación de los directivos del Partido Verde Opción Centro con Convergencia Ciudadana".  [4]

Según el mismo portal, el partido tiene origen en los ex militantes del M-19 Héctor Elías Pineda y Carlos Ramón González, lo mismo que en Daniel García, hijo de Néstor García, también del M-19.
"La estrecha relación de González y otros miembros con el ex senador de Santander Luis Alberto Gil, hoy en la cárcel por parapolítica, y el apoyo del partido a listas de Gil en Santander crearon una sombra sobre el partido", dice La Silla Vacía en su reseña.

De esas sombras nadie se volvió a acordar, y menos ahora, cuando el pequeño partido de centro en el que Mockus y sus amigos se acomodaron hace seis meses se perfila hoy como la segunda fuerza electoral del país. ¿Desaparecieron las sombras al calor de la ola verde?
3.- Mockus y la socioeconomía: ¿más privatizaciones?
Las mayores expectativas, especialmente de los jóvenes, están en el ámbito de las reformas sociales y económicas. El acuerdo Mockus-Fajardo, que podríamos asumir como programa de la fórmula presidencial, no es nada explícito en esta materia.

Su contenido es un cúmulo de generalidades sin estrategias, que cualquier político firmaría sin importar su procedencia partidista o ideológica. Lo que sí es claro es la posición definidamente neoliberal de Mockus, la cual aplicó en sus alcaldías (1995-97 y 2001-03).

Partidario de gravámenes generalizados, sin distingos de clases, así lo deja ver en su compromiso con Fajardo cuando anuncia que se proponen "asegurar el pago de impuestos justos y adecuados".   [5]

Está por verse cuan "justos y adecuados" serán las nuevas cargas que en un gobierno suyo se implementarían, ya que el ex alcalde no es ajeno a aceptar las exigencias que hacen los organismos de la banca internacional.

Y es conocida también su defensa de las privatizaciones de empresas estatales, con todas las secuelas que en materia de dilapidación del capital social acumulado en ellas tienen decisiones de esa naturaleza.

Por eso, la Unión Sindical Obrera, USO, le dirigió una carta en la que lo interroga sobre la propuesta de su compañero de fórmula, Sergio Fajardo, en el sentido de privatizar el 15% de Ecopetrol supuestamente para financiar planes de educación.

"Esta propuesta, además de ser contraria al interés nacional, demuestra la poca creatividad de su campaña, pues continúa con la política de privatización implementada por el gobierno de Uribe, que se inició con la autorización de la venta del 20% de Ecopetrol", dice la USO en su carta.   [6] 

Luego de recordar que las transferencias generadas por Ecopetrol al Presupuesto Nacional en 2009 fueron nada menos que $18,66 billones, la USO le pide a la fórmula Mockus-Fajardo que explique "Lo que representaría para la nación la venta de un 15% adicional de Ecopetrol, puesto que en términos de rentabilidad social las utilidades futuras de ese 15% irían al bolsillo de los nuevos dueños y no para el beneficio del pueblo colombiano".  [7]

Mockus parece no desesperarse por las desigualdades sociales. Haciendo uso de una de las numerosas anécdotas con las que suele responder, hace poco recordó que no le importaría pagar sueldos millonarios a altos ejecutivos con tal de que éstos ayuden a generar empleos.  [8]

El candidato verde desarrolla su campaña, en todo caso, mostrándose como el defensor de la legalidad, discurso desde el cual se pueden validar toda clase de acciones, hasta los atropellos cometidos por las leyes que aprueba la mayoría vocera de la clase dominante, como la nefasta reforma laboral de 2003 (Ley 789), que Mockus no cuestiona ni se propone modificar.

Tampoco incomodaron a Mockus los decretos de emergencia social expedidos por Uribe, que la Corte Constitucional declaró inexequibles (contrarios a la Carta Política) en la noche del viernes 16 de abril. Los consideró necesarios.

"Tocaba declarar la emergencia y tocaba buscar recursos frescos, tocaba ahorrar recursos… En su conjunto la acción es legítima, es necesaria", respondió en una entrevista realizada por La W Radio.   [9]

Luego de conocida la caída de esas normas, Mockus se solidarizó con el Gobierno y dijo que lo apoyaba en su propósito de llevar los decretos de emergencia tan nocivos para la salud de los colombianos al Congreso con el fin de que su bancada los apruebe prontamente. ¿Será esto corresponder al clamor nacional?

De su opción por los impuestos a toda costa no queda duda. En la entrevista referida lo patentó: "Hay que ir pensando de dónde va a salir esa plata [la de la salud] y esa plata sale necesariamente, en última instancia, de impuestos".   [10]

La posición frente a las desigualdades y las iniquidades es la línea que marca la diferencia entre la derecha, que las ve naturales e inevitables, y la izquierda, que las considera creadas por las clases dominantes y extinguibles por la acción de los movimientos sociales.

A Mockus no parecen desvelarlo esas desigualdades, no las cuestiona en sus raíces, para él simplemente existen y hay que hacer algo para contrarrestarlas.

Y para concluir, qué responde el candidato ante denuncias como la formulada por el investigador social Aurelio Suárez Montoya, para quien "generaciones de estudiantes de la Universidad Nacional pagan altas matrículas o soportan exclusión desde cuando Mockus ingenió el cobro escalonado".  [11]

Sería muy importante que Mockus resolviera interrogantes como los formulados en este artículo, y muchos otros, como la ausencia de propuestas ecológicas en una colectividad que se denomina, precisamente, Partido Verde.

No vaya a ser que el verde se quede solo en una presentación simbólica que atrae a muchas personas aferradas a una esperanza, pero que, sin embargo, no formulan preguntas porque quieren creer en alguien, aunque para ello sólo se atengan a sus sentimientos y no a sus razonamientos.

Notas
[1]  Ver el discurso de Álvaro Uribe en: http://www.presiden cia.gov.co/ prensa_new/ discursos/ discursos2003/ junio/ascenso. htm
[2]  Así lo expuso en la entrevista con Yamit Amad, director del noticiero de televisión CM&, el 14 de abril de 2010.
[3]  La Unión Hace la Fuerza, pacto de unión entre el Partido Verde y el movimiento Compromiso Ciudadano.
[4]  Ver el artículo Los 'Tres Mosqueteros' al fin Encontraron Opción en el Centro, en:http://www.lasillav acia.com/ historia/ 4214.
[5]  La Unión Hace la Fuerza…
[6]  Carta Pública de la Unión Sindical Obrera, USO, del 9 de abril de 2010, firmada por Germán Osman Mantilla e Isnardo Lozano Gómez, presidente y secretario general, respectivamente.
[7]  Ibídem.
[8]  Entrevista con Yamit Amad…
[9]  Entrevista en La W Radio realizada el 11 de febrero de 2010.
[10]  Entrevista en La W…
[11]  Ver el artículo La Negra Historia de los 'Verdes', versión virtual, Bogotá, 6 de abril de 2010.
 
http://www.ajpl. nu/radio/ index.php? option=com_ content&view=article&id=756:mockus- mas-alla- de-los-mitos&catid=81:europe&Itemid=458

Paul Valéry

Política es el arte de evitar que la gente se preocupe de lo que le atañe.

Albert Camus

La política está formada por hombres sin ideales y sin grandeza.

Epicuro

La muerte, temida como el más grande de los males, no es en realidad nada, pues mientras nosotros somos la muerte no es, y cuando ésta llega nosotros dejamos de ser